Como, como, como
- Julieta Ots
- 28 oct 2020
- 2 Min. de lectura
Hace poco hicimos un pequeño trabajo de campo en nuestras redes sociales y le preguntamos a nuestra comunidad qué les pasaba ante situaciones de estrés. El 77% votó “como, como, como” y el 23% votó “no me entra nada”. Luego les preguntamos si esa pulsión alimenticia ante situaciones estresantes se saciaba con alimentos dulces o salados y, para nuestra sorpresa, el 55% voto “salado” y el 45% restante expresó su inclinación por lo dulce.
Nos sorprendimos porque nosotras pensamos que no hay nada que un Kilo de helado no sane, pero claramente en nuestra comunidad virtual ganan las papitas, la picada y los sándwiches. Ahora bien, la pregunta es ¿por qué nos pasa esto? ¿por qué la ansiedad nos juega una mala pasada?
“mini bienenstar”
Lxs expertxs en el tema explican que cuando comemos, se liberan un montón de neurotransmisores que nos dan la sensación de bienestar. Por eso mismo, ante situaciones hostiles, exigentes o angustiantes, muchas de nosotras recurrimos a la comida, para suplir un poco la situación que nos desestabiliza. Y la verdad es que hoy en día esto tiene sentido, porque con todos los frentes que cubrimos, o te enfocás en encontrar el equilibrio, o te volvés loca.
El tema es que después de las ingestas causadas por estrés pueden llegar otras emociones como la culpa o el enojo con una misma. No nos martiricemos, estamos acá para pensar y recopilar herramientas entre todas para hacer frente a este mal común.
Identificar la causa concreta
Una de las instancias que es importante reconocer es que, por lo general, cuando comemos para generarnos un “mini bienestar” ante situaciones emocionalmente complejas, en realidad no somos totalmente conscientes de qué es lo que está sucediendo o qué nos lleva a explotar por la comida. Entonces, lo importante es parar en seco cuando nos encontramos tan desbordadas y pensar en frío cuál es la causa concreta que nos hace actuar de esa manera y cómo nos sentimos ante esa situación que nos lleva a comer compulsivamente.
También hay que saber identificar que la comida no es la única fuente de placer y bienestar, hay muchas más opciones, así como también hay muchos factores que nos conducen a atiborrarnos de comida cuando estamos agobiadas. Estos son la baja autoestima, la necesidad de controlarlo todo y la mala interpretación de nuestras emociones.
Podés encontrar info específica sobre estos tópicos en: https://www.iepp.es/superar-ansiedad-por-comer/
Be patient and happy
Es importante que te tengas paciencia a vos misma, nada de hacer ayunos prolongados o buscar soluciones mágicas. Como bien explica Megan en su Instagram @hendhome, la felicidad (y nosotras le sumamos la calma, la paciencia con una misma, la gratitud y el equilibrio interior) llega al cultivar conductas y hábitos saludables. Algunas opciones son alimentarnos adecuadamente, hacer ejercicio, cuidar nuestros vínculos humanos, hacer más cosas con las chicas y hacer actividades que nos apasionan, si sos lectora intérnate a leer, si sos Netflix fan, sale finde de series y pelis, si te gusta cocinar, pintar, crear objetos, lo que sea, que te ayude a encontrar calma, apartá el tiempo y ¡hacelo!
¡Sin culpa y con la frente en alto, nena!
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